sábado, 30 de octubre de 2010

¿Y qué ye eso d'inclusión?


Anguaño son munchos los que falen d'inclusión nel nuesu sistema educativu;una pallabra que paez tener un ciertu "atractivu" .Fálase d'una escuela pa toos, d'un llugar nel que deprender los unos de los otros, una escuela con una xuntura, con collaboración, cooperación, onde se dea cabida a tolos neños y neñes,etc (y podíen dicíse milenta coses más).No podemos falar d'inclusión como una solución actual,porque si así lo ficiéramos taríamos engañándonos a nosotros mesmos.No tamos na inclusión que tanto deseamos...pero sí tendemos a ella, tendemos a poder algamala algún día. La inclusión ye una filosofía que deberíemos defender,l'entamu d'un llargu camín nel que namás tenemos daos unos pequenos pasos. Por eso cuando güei pude ver esti textu que pongo darréu, dime cuenta de que realmente tovía queda muncho que facer, que la única fruta que nun se recueye ye la que nun se siembra, y asina ye:la semilla ta sembrada, pero tovía nun podemos recoyela.


Déxovos esti cachu de "Quien bien te quiere te hará llorar"

La que verdaderamente me intriga es una de esas palabras que mi madre no se quita de
la boca cuando la veo hablar con alguien de mí: “inclusión”. A mí me suena a estar dentro de algo o sentir que formas parte de un grupo o de una actividad, pues recuerdo muy bien un día que mi hermano Luis - que me saca dos años-, protestó gritando en una reunión familiar en la que se hablaba de cosas que él no conocía diciendo: “no me siento incluido, así que por favor explicarme de qué va la cosa”. Pero no creo que sea tan simple porque de serlo no le causaría tanta preocupación a mi madre, hasta el punto de que le oigo decir que va a llevar el asunto a un juez para que decida: para que decida ¿qué? Yo, como les cuento, no entiendo bien lo que
está pasando, pero si sé que me gustaría aprender más cosas y más divertidas de las que ahora me mal enseñan en el insti, pero sobre todo, de verdad, ¡por encima de todo!, me gustaría tener más amigas y amigos. Cuado llega el recreo y veo los corros de chicos y chicas hablar, me muero de envidia y, en ocasiones, he apretado tanto los puños de rabia porque no me invitan a estar con ellos que hasta me he hecho un poco de sangre. Y cuando salgo del insti siempre me quedo la última porque no me gusta que, además, tenga que venir mi madre a buscarme y que los demás lo vean. Yo quiero irme sola a casa, como el resto – ¡ojalá pudiera irme con ellos charlando! –, pero reconozco que necesito alguna ayuda, porque por mi forma de andar puedo caerme y no quiero mentirles: de hecho ya me he caído varias veces y tengo algún chichón que me lo recuerda.

viernes, 29 de octubre de 2010

De xemes en cuando delles pallabres lleguen a garrar más sentíu( si cabe) col pasu'l tiempu. Güei acuérdome.



"Facer un xardín: semar nel corazón y dexar les flores guañar nel maxín"